Una encuesta reciente realizada por el Instituto Senai de Innovación en Biosintéticos y Fibras, en asociación con la Asociación Brasileña de Bioinnovación (Abbi) y la profesora de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) Luana Nascimento, mostró los beneficios de la adopción de bioinsumos en los cultivos brasileños. Entre otras ventajas, reducen el consumo de nitrógeno, las emisiones de gases de efecto invernadero y los costos de fertilizantes. Otro aspecto relevante, recuerda la investigadora, es el atractivo que los insumos sin el uso de químicos tienen para el mercado internacional, que compra la producción agrícola brasileña y está más exigente en las cuestiones ambientales – un comportamiento evidenciado especialmente por la Unión Europea. Estamos hablando de un asunto fascinante, que cuenta con muchos estudios en curso en Brasil», dice Marcos Rodrigues de Faria, investigador de Embrapa Recursos Genéticos y Biotecnología.

Para CropLife Brasil (CLB), asociación civil sin fines de lucro que representa a empresas especializadas en investigación y desarrollo de soluciones para la producción agrícola sostenible, la gran ventaja de estos productos es que, a diferencia de los químicos, el 90% de la materia prima es nacional o proviene de matrices cercanas a Brasil. Además, según dice Amália Borsari, directora de Bioinsumos de CropLife Brasil, el País cuenta con profesionales calificados, además de líneas de investigación diferenciadas. «Tanto es así que vemos una cantidad de bioplaguicidas y biodefensivos mucho mayor en relación a otros países», dice la experta.

Según la Asociación, el mercado de bioinsumos avanzó un 15% en la cosecha 2023/24 en comparación con la temporada anterior. En los últimos tres años, se ha registrado una tasa de crecimiento anual promedio del 21%, un porcentaje cuatro veces superior al promedio mundial. Los productos biológicos agrícolas alcanzaron ventas de 5 mil millones de reales, considerando el precio final para el agricultor. Ese es un mercado valorado entre 13 mil millones de dólares americanos y 15 mil millones de dólares americanos, incluidos los segmentos de control, inoculantes, bioestimulantes y solubilizadores.

Empresa alemana con operación en Brasil desde 2012, Koppert se dedica a la producción y venta de bioinsumos. Con la mirada puesta en el potencial brasileño, el fabricante participó de una PPP (Asociación Público-Privada), junto a la Esalg y la Fapesp, para la creación del SPARCBIio (São Paulo Advanced Research Center for Biological Control), centro de investigaciones que tiene como foco el desarrollo de un nuevo modelo de manejo de control de plagas y enfermedades. Por año, Koppert invierte 10 millones de reales sólo en este proyecto.

Además de la participación en SPARCBio y acuerdos de investigación con universidades, Koppert cuenta con 40 investigadores en su cuadro, con títulos de doctorado y postdoctorado. Son químicos, biólogos y agrónomos en su mayoría, con especialización en microbiología, entomología, fitopatología y fisiología vegetal, y que actúan en los tres laboratorios en operación en el interior paulista – dos en Charqueada y uno en Piracicaba. Según Danilo Scacalossi Pedrazzoli, director industrial de Koppert, la empresa se ha esforzado por llevar información a los productores en un intento de diseminar el uso de estos productos. «Explicamos que hay una serie de ventajas, como el volumen producido, el costo más atractivo y la calidad», dice.

En la empresa de Biotecnología e insumos agrícolas Vittia, el 85% de las investigaciones están dedicadas a los biológicos, con un equipo formado por 50 profesionales especializados, además de los trabajos en asociación con cerca de 100 instituciones. La empresa exporta a países de la región y cuenta con una filial en México, dedicada a bioinsumos para uso en especies como agave, maíz y arándano. Actualmente, alrededor del 30% de la facturación proviene de estos productos.

Edgar Zanotto, director de Marketing de la compañía, cuenta que, como todo sector en ebullición, el de bioinsumos presenta potencial, pero también desafíos, como la necesidad de capacitación de más profesionales y mayor conocimiento del mercado consumidor. «La desinformación es una realidad», dice. «Falta mucho conocimiento, por lo que sabemos de la importancia de llevar información sobre cómo funcionan los bioinsumos, sus tipos, características genéticas y especies.»

Empresas de gran porte con actuación tradicional en los químicos están avanzando rápidamente en el desarrollo de insumos biológicos. Para Marcos Rodrigues de Faria, de Embrapa, la reacción tiene que ver con la resistencia que muchas plagas están desarrollando a los químicos. «En estos casos, hay que sacar los productos del mercado», afirma. «Con los productos biológicos, la empresa puede recomendar que el productor haga un uso alternativo, lo que ralentiza la resistencia.”

El portafolio global de la línea BioSolutions de Basf cuenta con 45 productos. En América Latina, son cerca de 20, entre bionematicidas, biofungicidas, nematicidas biológicos, inoculantes, feromonas y extractos vegetales. Uno de los aspectos más destacados, según la empresa, es el Votivo ® Prime, el primer bionematicida de Basf para el tratamiento industrial de semillas en Brasil. El bioinsumo actúa en el crecimiento de las plantas y contribuye para el control de nematodos. Por ahora, es indicado para los cultivos de soja, algodón, maíz y arroz, pero está en proceso de extensión de uso para otros cultivos.

Basf ha invertido en el aumento del portafolio y se prepara para el lanzamiento de nuevas tecnologías en inoculantes y biofungicidas. Estamos siempre fomentando el desarrollo de nuevas tecnologías para la agricultura», afirma Ademar De Geroni Junior, vicepresidente de Marketing Estratégico de la División de Soluciones para Agricultura de Basf para América Latina. «No sólo en el segmento de productos biológicos, sino también químicos, semillas, biotecnología y agricultura digital», dice el ejecutivo. Cada año, la compañía invierte 900 millones de euros en la división agro, especialmente en el desarrollo de nuevas moléculas y formulaciones.

El perfil del mercado brasileño muestra un futuro prometedor, según Geroni. «El agricultor brasileño es uno de los más abiertos a nuevas posibilidades, principalmente cuando hablamos de alternativas sostenibles», afirma. El ejecutivo cita una investigación de McKinsey & Company, de 2024, que muestra que los productores brasileños son los que más adoptan prácticas sostenibles, con adhesión de control biológico estimada en cerca del 60% de ese universo. También según la investigación, las principales razones para usar las biosoluciones son la mejor efectividad, el menor costo, la mejora de la productividad y la calidad del cultivo», agrega el vicepresidente de Basf.

La investigación para el desarrollo de nuevas soluciones también está en el radar de Syngenta. Como explica Igor Lyra, jefe de Biológicos y Seedcare de la multinacional, Syngenta Biologicals fue creada para ampliar la atención a una demanda existente por parte de agricultores. «Nuestra línea de productos ha evolucionado sobre la base de numerosas pruebas agronómicas y una gran cantidad de datos recopilados con un enfoque en el aumento de la calidad y la productividad de los cultivos», dice. Recientemente, Syngenta lanzó dos productos de biocontrol, que, según Lyra, están alineados con los nuevos pilares de sostenibilidad de la compañía, que apunta a aumentar la productividad con menos impacto. El principal factor que sustenta la evolución del sector de biológicos en Brasil es el creciente llamamiento por una agricultura que combine tecnologías con foco en el aumento de productividad y cuidado ambiental», afirma. Los bioinsumos encajan exactamente en este concepto.

El avance de los biológicos ha llamado la atención de diversas multinacionales. La creación de Mosaic Biosciences, plataforma biológica de The Mosaic Company, fue anunciada por la compañía en 2023 y llegó a Brasil en marzo de este año. Según Alexandre Alves, director de Mosaic Biosciences, la empresa cuenta con un portafolio completo en bionutrición. Cita el MBio Hidro, que protege el cultivo contra la escasez de agua y el calor excesivo, haciendo que las plantas sean más tolerantes, una característica que debe valorarse cada vez más a medida que avanzan los extremos climáticos.

A pesar del crecimiento acelerado del mercado, el director de Mosaic Biosciences Brasil recuerda que también hay desafíos, como el avance de la regulación de los bioinsumos. El país, subraya el ejecutivo, tiene la mayor biodiversidad del mundo y alberga incontables variedades de microorganismos, lo que podría situarlo como líder global del sector de bioinsumos. Corteva también forma parte de las multinacionales que han puesto un pie en los biológicos con la propuesta de combinar su uso con el de los químicos. Director de Marketing de Biológicos de Corteva Agriscience, Robson Mauri analiza que las soluciones biológicas en la agricultura son recientes y el productor rural está descubriendo las potencialidades y los beneficios, especialmente cuando se utilizan de forma integrada junto a otras prácticas de manejo, como químicos y biotecnología, incluso en la cuestión ambiental».

Una de las formas de aprovechar ese potencial y crecer rápidamente es a través de adquisiciones, como la de Symborg, empresa española especializada en tecnologías microbiológicas, concluida en marzo del año pasado, y la estadounidense Stoller, una de las mayores empresas independientes del mundo en el sector de biológicos. Las adquisiciones, según el director, han convertido a Corteva en el líder mundial del mercado de productos biológicos.

Entre las innovaciones traídas por la empresa en esta área está el fijador biológico de nitrógeno Utrisha™ N, enmarcado en la modalidad de fijación de nitrógeno por aplicación foliar. El producto puede ser utilizado en maíz, soja y papa, mientras que otros cultivos aún están esperando la aprobación final de las entidades reguladoras.

En Bayer, que ha invertido a nivel mundial en I+D alrededor de 6,5 mil millones de euros en los últimos tres años, el desarrollo de nuevos productos, incluidos los biológicos, es crucial para el negocio.

EL AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD ES UNO DE LOS PILARES DE ESTE MERCADO

La multinacional cuenta con 8,3 mil científicos, distribuidos en 60 países. Actualmente, la compañía cuenta con sus especialistas dedicados al desarrollo de 12 proyectos de biotecnología de última generación. La empresa está atenta al hecho de que Brasil, su segundo mayor mercado, está pasando por transformaciones, principalmente con el objetivo de abordar los desafíos socioambientales de nuestro tiempo, incluyendo el cambio climático, la limitación de recursos naturales y el crecimiento de la población», dijo la empresa a través de un comunicado.

En el segmento de biológicos, Bayer optó por adherirse también al modelo de investigación basado en innovación abierta. «Estamos comprometidos en colaboraciones estratégicas con la empresa de biotecnología Ginkgo Bioworks, con sede en Boston (EE.UU.), y con la empresa de productos biológicos española Kimitec, buscando justamente acelerar el desarrollo y la comercialización de soluciones naturales para los cultivos», informa la multinacional. También creemos que las inversiones realizadas en el área de productos biológicos impulsarán nuestra estrategia con respecto a la agricultura regenerativa a nivel mundial. La expectativa de Bayer es alcanzar los 1,5 mil millones de euros en ingresos derivados de soluciones biológicas para 2035. Los bioinsumos llegaron para quedarse.

ATAQUE SOSTENIBLE

AGROPALMA OBTIENE BUENOS RESULTADOS CON EL CONTROL BIOLÓGICO DE PLAGAS

El mayor productor de aceite de palma sostenible de América Latina, Agropalma desarrolla un proyecto innovador en el área de control biológico. En 2022, la empresa comenzó a crear una chinche depredadora para combatir las plagas que atacan sus cultivos. Concebida en colaboración con Esalg, la iniciativa comienza a dar sus frutos. «En todas las fincas en que el insecto fue liberado, hubo una reducción significativa o no ocurrieron más ataques de orugas defoliadoras», afirma Gerson Carlos Glória, coordinador de Fitosanidad de Agropalma. En los últimos años, la empresa ha invertido en varios proyectos sostenibles. Las palmeras de la compañía, por ejemplo, se fertilizan con fertilizantes orgánicos que provienen de sus propias granjas. La fertilización consiste en la aplicación de grandes volúmenes de biomasa orgánica generados en los procesos de extracción de aceite de la industria. Entre otros beneficios, la descomposición de la biomasa contribuyó al aumento de la fertilidad y la salud del suelo, ayudando también en la prevención de plagas y enfermedades. Además, la compañía hace el monitoreo de plagas por medio de trampas a base de feromonas o bioinsecticidas que no causan efectos secundarios a la microfauna local.

Fuente: Plant Project-Oct/2024